9 Hábitos Espirituales Que Transformarán Tu Vida Espiritual

Tus hábitos crean tu vida. No se nace con hábitos espirituales, se van adquiriendo en la medida que se evoluciona en el crecimiento espiritual. Dependiendo de los hábitos que desarrolles en el camino espiritual, alcanzarás la armonía, felicidad, paz mental, abundancia y tranquilidad en tu vida.

Los hábitos espirituales son hábitos positivos, comportamientos que se hacen con cierta regularidad y permite conectarnos con nuestro yo interior y con Dios. A medida que se van aprendiendo y practicando, se convierten en parte de la rutina diaria.

Son tus hábitos espirituales los que te llevarán a crear la vida que deseas, de allí la importancia de desarrollar buenos hábitos, ya que tu futuro está condicionado a ellos.

«Las personas no deciden su futuro, deciden sus hábitos y sus hábitos deciden sus futuros».

Frederick M. Alexander.

¿Cómo se forma un hábito espiritual?

La forma en que creamos hábitos espirituales depende mucho de la práctica. En otras palabras, cualquier cosa que hagamos repetidamente puede eventualmente convertirse en un hábito. Una vez que una práctica espiritual se convierte en un hábito, su misma regularidad se convierte en una fuente de paz, de energía y de esperanza.

La clave es ser constante durante días, meses y años, de ello depende el éxito, no tiene sentido cambiar tus hábitos hoy, y cuando llegue el día siguiente, volver a tus viejos hábitos.

Los hábitos, no siempre son fáciles de formar, debido a que significa renunciar a algo, ya sea alguna otra actividad, algún deseo o alguna actitud. Es una decisión personal, significa que, a pesar de las circunstancias, estás dispuesto a convertirte en una mejor versión de ti mismo, decides adoptar acciones positivas una y otra vez, hasta que se convierte en parte de tu naturaleza.

Algunos hábitos son buenos y otros pueden ser bastante destructivos. Algunos pueden alejarnos del camino espiritual, mientras que otros pueden fortalecer nuestro caminar. Las prácticas como el amor, la bondad, la compasión, la humildad, la tolerancia y el perdón, cuidar el ego espiritual, son las que te ayudarán en tu camino.

Sí, tienes un mentor espiritual, un pastor o un sacerdote, que te guíe por el camino correcto, observa su comportamiento, te servirá de ejemplo para comenzar a crear tus hábitos espirituales y profundizar en tu propia espiritualidad. Y no serás engañado por personas supuestamente espirituales que quieren llevarte por el camino equivocado.

«Las fortalezas espirituales comienzan con un pensamiento. Un pensamiento se convierte en una consideración. Una consideración se convierte en una actitud, que conduce entonces a la acción. La acción repetida se convierte en un hábito, y un hábito establece una «base de poder para el enemigo», es decir, una fortaleza».

Elisabeth Elliot.

9 Hábitos Espirituales que puedes desarrollar

La espiritualidad comienza con una intención positiva. Pero al final, el comportamiento de una persona es el único determinante de dónde se sienta en el camino de la espiritualidad. Y ese comportamiento dependerá de los hábitos espirituales que desarrolles.

Es importante resaltar que algunos de los hábitos espirituales dependen de tu atención plena, es decir, de la plena conciencia en la acción, de lo contrario no tendrán en ti el efecto deseado.

«El impulso interior de tus sentimientos, emociones, instintos y hábitos arraigados te da el poder de ir a la acción».

W. Clement Stone.

Hemos seleccionado 9 hábitos espirituales, que son hábitos positivos que transformarán tu vida.

1. Ser consciente de ti mismo

Ser consciente de ti mismo significa encontrar armonía entre el espíritu, la mente y el cuerpo, en conciencia plena y pura. Poder pensar y actuar de acuerdo a tú yo interno, tener atención plena sobre los pensamientos, sentimientos y emociones que surgen en tu mente, ya que ellos preceden al comportamiento.

Las personas espirituales se esfuerzan por ser conscientes en cada momento. La autoconciencia es la única manera de evitar las acciones negativas del cuerpo, el alma y la mente.

Las emociones como la ira, el odio, la ambición, el orgullo o los celos, pueden conducir fácilmente a palabras o acciones negativas. es por eso que es importante estar consciente de nosotros mismos, y aprender a dejar ir las cosas que nos molestan.

Pon en práctica el siguiente ejercicio. Comienza cada mañana con el propósito de ser consciente de tus pensamientos, sentimientos y emociones, evitando toda acción negativa. Y en la noche pasa revista a todo lo que hiciste durante el día, felicítate por todas las acciones positivas y revisa las negativas. Busca aumentar las positivas y evitar repetir las negativas.

De esta forma iras logrando un equilibrio entre lo externo y lo interno que te llevara a alcanzar la plenitud espiritual.

«Vivan según el Espíritu, y no busquen satisfacer sus propios malos deseos».

Gálatas 5:16.

2. Ver lo positivo

Hay personas que, por naturaleza, son negativas, llenas de creencias y miedos que les impiden ser positivos. Para ir creciendo desde el espíritu, comienzas por los pensamientos, creas el hábito de pensar y buscar lo positivo en todas las personas y en las situaciones que se presentan.

Las personas espirituales ven la esencia espiritual detrás de sus personalidades. Resaltan lo positivo de las personas y las animan a seguir adelante, son inspiradoras en lugar de ser negativas.

Las personas pueden cambiar cuando menos lo esperes, tú puedes cambiar, solo debes crear el hábito de pensar en positivo.

«Hay dos formas de ver la vida: una es creer que no existen milagros, la otra es creer que todo es un milagro».

Albert Einstein.

3. Ser agradecidos

Crea el hábito de agradecer, aun cuando las cosas no salgan como esperas, siempre encontrarás algo por lo cual agradecer.

La gratitud nos ayuda a enfocarnos en lo bueno que hay en nuestras vidas y puede ser una fuerza transformadora que mejora nuestro bienestar, ayudándonos a sentirnos más positivos y esperanzados.

Al ser una persona positiva, empezarás a atraer a otras personas que comparten tu nueva forma de ser, y te alejaras poco a poco de personas negativas y poco agradecidas.

Cuando se es agradecido por todo, incluyendo las pequeñas cosas que llenan tu vida, cosas buenas regresan a ti, y no se trata solo de cosas materiales, se trata de tener abundancia de amor, alegría, salud y felicidad. Así que sé agradecido por todo lo bueno, sin importar cuán grande o pequeño sea.

«Hoy no ruegues, no pidas, simplemente agradece a Dios en silencio por todas las bendiciones en tu vida».

Paulo Coelho.

Continúa leyendo 10 Razones Por Las Que La Gratitud Es Tan Importante.

4. Generosidad y compasión

Las personas espirituales siempre están dispuestas a dar. Desarrolla el hábito de ser generoso y compasivo con las personas. Cuando se habla de generosidad no es necesariamente dinero, o algo grande.

Comienza con cosas pequeñas, da un regalo a una persona que no se lo espera, puede ser una flor, unas palabras de elogio, piensa en cómo te sentiste cuando alguien te dirigió unas palabras bonitas o te elogió, permite que otros sientan esa misma satisfacción. Luego extiende un poco más tus actos de bondad, por cosas que puedan ser más difíciles para ti. La idea es hacer circular la alegría y la prosperidad en tu vida y en la de los demás.

En la medida que crece en ti, el sentimiento de satisfacción con esta práctica espiritual, verás como la generosidad y la compasión, pasarán a ser un hábito natural en tu vida.

5. Paciencia. Tomar las cosas con calma.

Las personas espirituales no se angustian demasiado cuando se les presentan situaciones difíciles. Ven los desafíos como oportunidades para aprender, crecer y profundizar aún más sus inclinaciones espirituales.

Comienza a dar un paso a la vez, ante situaciones difíciles, no entres en estrés. Concéntrate, respira y luego analiza qué es lo que está pasando y porque se están saliendo las cosas fuera de control. Tomar las cosas con calma, ser ecuánime, esperar el momento adecuado, es un hábito espiritual que puedes desarrollar.

Si la situación la está creando otra persona, tómate un momento para ponerte en su lugar y siente empatía por ella.

Con tu actitud lograrás que las personas que te rodean tampoco se desesperen y de esta forma todo fluirá satisfactoriamente.

El hábito de la paciencia, es crucial, nos ayuda a mantener la calma, debemos aprender que no todo sucede cuando lo queremos, a veces hay que esperar. Muchas veces pedimos algo y como no llega comienza la impaciencia a tomar el control y perdemos la calma.

Debemos tener presente que todo tiene su momento y su tiempo, los malos momentos también pasan y perder la calma y la paciencia, no es el camino para alcanzar el éxito.

6. Perdonar

Perdonar es uno de los hábitos espirituales más importante para tu crecimiento espiritual. Es esencial para sanarte a ti mismo y a tu relación con las demás personas, es un signo de madurez espiritual y emocional, pero a su vez es el hábito que cuesta más lograr.

Hay personas que piensan que los demás no merecen su perdón, y puede que sea cierto, pero el detalle está de que no se trata de los demás, se trata de ti, de que tú encuentres la paz interior y te permitas crecer espiritualmente.

La ley de la siembra y la cosecha, nos dice que cosechamos lo que sembramos. En el camino del crecimiento espiritual debes sembrar amor. Está comprobado que guardar rencor en tu corazón, te dañará más a ti que a la persona con la que estás enojado.

Una persona que te hace daño, es una persona que está llena de sentimientos negativos que más bien necesita tu amor, compasión y tolerancia. Es importante que no te canses de sembrar el bien, porque a su tiempo cosecharás los más bellos frutos.

Dependiendo de la situación y de la magnitud de la ofensa, puede no ser fácil perdonar. Hay técnicas que te ayudarán en ese proceso, una de ellas es escribir un diario donde descargas en él todas las emociones negativas que estés sintiendo.

Si quieres conocer más sobre estas técnicas te invito a entrar en el enlace. Importancia Del Perdón Para El Crecimiento Espiritual.

«El perdón: libera el alma, elimina el miedo; por eso es una herramienta tan poderosa».

Nelson Mandela.

7. No juzgar

A la mayoría de las personas se les hace muy fácil juzgar. Sin embargo, a medida que vas despertando tu conciencia, comienzas a dejar de juzgar a tus semejantes.

Si tienes que emitir un juicio, juzga mediante críticas constructivas y juzga con amor y de buena manera, juzga desde el corazón. Recuerda, por lo general, cuando alguien comete una falta, no sabes las batallas internas y las razones que han llevado a esa persona a cometer ciertos errores. Es por eso que desarrollar el hábito de no juzgar es importante. 

Para crear el hábito de no juzgar, puedes comenzar con el siguiente ejercicio: Al levantarte, di: hoy me comprometo a no juzgar, nada ni a nadie. Sí, te sorprendes juzgando, retoma el compromiso, si te parece que un día es mucho tiempo para practicar, recorta el tiempo, por ejemplo, no juzgaré por las siguientes dos horas o el tiempo que tú consideres. En la medida que lo logras, vas aumentando el tiempo, hasta crear el hábito.

Toma nota que, así como tú juzgas, a ti también te juzgan, crea el hábito de no juzgar y sé tú el que da el ejemplo.

«Los que juzgan nunca entenderán, y los que entienden nunca juzgarán». 

Amit Kalantri.

8. Meditación

La meditación es una forma de conocerte a ti mismo, es calmar la mente. Mientras meditamos sentimos una profunda sensación de intimidad con Dios, sientes una paz interior que te ayudará a tomar mejores decisiones en tu vida y te otorgará la energía óptima necesaria para llevar a cabo tus tareas del día a día.

Existen diferentes tipos de meditación, puedes comenzar con una muy sencilla que consiste en mantenerte en silencio, y concentrar tu mente en oír tu respiración, trata de hacerlo como mínimo cinco minutos, y vas aumentando el tiempo cada día.

«Meditar es cultivar nuevas cualidades y cultivar nuevas formas de ser».

Jon Kabat-Zinn.
creador de la técnica de Reducción del Estrés Basada en la Atención Plena.

9. Oración

En alguna etapa de la vida, las personas sienten la necesidad de avanzar hacia la espiritualidad para su propio bienestar. Es en esos momentos, en donde decide acudir a la oración, incluso las personas que se dicen ateas, lo hacen. Tener el hábito de orar no solo te dará beneficios espirituales, sino también físicos y emocionales.

A través de la oración te conectas con ese ser superior o deidad en el cual tú crees para encontrar respuesta, soluciones y bendiciones. Por otra parte, cuando adquieres el hábito de orar comienzan tus pensamientos e ideas a aclararse, e incluso tus perspectivas de las situaciones o problemas logras verlos desde diferentes ángulos, te sientes con más energía y visualizando el mejor camino que debes seguir.

Te invito a conocer sobre «el poder de la Oración», entrando al enlace.

Beneficios de adquirir hábitos espirituales

Al tomar la decisión de desarrollar hábitos espirituales, buscas mejorar como persona, adoptar acciones positivas y abstenerte de las negativas. Y en ese camino son muchos los beneficios que obtendrás.

«Cuando haces lo incorrecto, sabiendo que está mal, lo haces porque no has desarrollado el hábito de controlar o neutralizar efectivamente los fuertes impulsos internos que te tientan, o porque has establecido el hábito incorrecto y no sabes cómo hacer para eliminarlos de manera efectiva».

W. Clement Stone.

A continuación describo 4 beneficios que ganas al desarrollar hábitos espirituales.

1. Paz interior y energía espiritual

Una vez que una práctica espiritual se convierte en un hábito, su misma regularidad se convierte en una fuente de paz interior y energía espiritual.

Al lograr conectarte con tú yo interior y con Dios, comienzas a sentir la sensación de que no estás solo, que hay algo más grande que tú mismos, que te guía y apoya, comienza a bajar la presión emocional, aprendes a soltar lo que te inquieta, sintiéndote más tranquilo, esto se traduce en paz interior, paz mental y en energía espiritual para enfrentar los retos de tu día a día.

2. Sentido y propósito

Vivimos en un mundo materialista, donde cada quien se mueve según sus intereses, esto no te permite encontrar tu propósito, pero cuando desarrollas hábitos espirituales, retomas tu esencia, descubres quien eres y actúas desde el espíritu, en ese momento, la vida comienza a tener sentido y encuentras tu propósito.

Sin un sentido de la espiritualidad podemos perder de vista lo que es realmente más importante y significativo, es así como confiamos en los hábitos espirituales para guiarnos en la dirección de nuestra evolución espiritual.

3. Esperanza

La suma de los hábitos espirituales que desarrollas, te darán un espíritu esperanzador. Al ser una persona que mantiene la esperanza en su corazón, perseverar a pesar de los desafíos que se te presenten, siempre confiaras en un mejor futuro.

4. Compasión

Las personas espirituales son más compasivas y más empáticas, gracias a ello comienzan a mejorar su bienestar personal al sentir satisfacción por ayudar a los demás. Al ser compasivo desarrollas un sentido de conexión con los demás y comienzas a reconocer el impacto positivo que puedes tener.

Reflexiones finales

Los maestros espirituales y monjes son un ejemplo de personas profundamente espirituales. Pero no tenemos que ser uno de ellos para ser personas espirituales. Ser espiritual sólo requiere de una decisión personal consciente.

Cuando inicias ese camino, comienzas a mantener pensamientos positivos. Tus pensamientos seguidos por una secuencia de comportamientos, actitud y acciones, poco a poco, se convertirán en hábitos espirituales. Y los hábitos que desarrolles, crean tu vida.

Si haces lo incorrecto consciente de que está mal, quiere decir que tienes hábitos negativos o no has desarrollado los hábitos espirituales que te ayuden a controlar tus impulsos internos

El camino del crecimiento espiritual, es un proceso que no ocurre de la noche a la mañana, son muchos los cambios, a veces radicales, que debes hacer en tu vida, es por eso que en algunos momentos te encuentras en la encrucijada entre el bien y el mal con hábitos que estás consciente que no son buenos.

Es allí donde tienes que oír a tu corazón, el yo interior que te habla a través de tu intuición espiritual, y tomar la decisión correcta, desarrollar hábitos positivos que contrarrestan y eliminen los hábitos negativos.

Con perseverancia, paciencia y la voluntad de querer crecer espiritualmente, desarrollarás los hábitos espirituales, con los cuales crearás la vida que deseas, llena de paz y felicidad.

«La búsqueda espiritual no es un beneficio adicional a nuestra vida, algo en lo que te embarcas si tienes el tiempo y la inclinación. Somos seres espirituales en un viaje terrenal. Nuestra espiritualidad constituye nuestro ser».

John Bradshaw.

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