Las 8 Diferencias Entre Actuar Y Pensar. Consigue El Balance Perfecto.

Hay una gran diferencia entre actuar y pensar, una diferencia tan importante y clave que es necesario conocer para no caer en la trampa de pensar sin actuar o actuar sin pensar.

El pensamiento es importante para el cambio o para tomar acción. Si no tienes un pensamiento no pasa nada. Sin embargo, el pensamiento solo no es suficiente para el cambio. Simplemente pensar de manera diferente significa que estás haciendo precisamente eso, pensando de manera diferente. Nada más. Para que el cambio ocurra, tienes que actuar o actuar de manera diferente.

Si a veces piensas que pasas mucho más tiempo pensando que actuando, al final del artículo compartiré contigo una herramienta que puede ayudarte a tomar acción.

A continuación 8 diferencias entre actuar y pensar.

  1. Actuar es a nivel físico. Pensar es a nivel mental.
  2. Actuar involucran riesgos e incomodidad. Pensar es seguro, te mantiene en tu zona de confort.
  3. Actuar es difícil y a veces doloroso. Pensar es fácil y hasta divertido.
  4. Actuar produce cambios y resultados. Solo pensar no trae cambios ni resultados.
  5. Al actuar aparecen los límites y los obstáculos que hay que superar.
    Pensar no tiene límites ni obstáculos.
  6. Actuar trae satisfacción. Pensar te deja insatisfecho.
  7. Actuar trae experiencia real. Pensar es una experiencia interna e imaginaria que en ocasiones no se relaciona con la realidad.
  8. Actuar y pensar es la diferencia entre el éxito y el fracaso.

Las diferencias son tan claras y fundamentales, aunque muchas personas las pasen por alto. Piensan en una vida diferente aunque día a día sigan haciendo lo mismo. Recordando las palabras de Albert Einstein «Locura es hacer lo mismo una y otra vez esperando obtener resultados diferentes».

Existen tres escenarios posibles, entre actuar y pensar, siendo el número tres el escenario perfecto.

  1. Tienes que pensar menos y actuar más.
  2. Tienes que pensar más y actuar menos.
  3. Pensar y actuar en los niveles correctos.

¿Por qué las personas no pasan de pensar a actuar?

Son muchas las razones, por la cual a las personas les cuesta tanto pasar del pensamiento a la acción, los seres humanos son criaturas de hábitos, les gusta hacer lo mismo una y otra vez.

Hasta el 90 por ciento de nuestro comportamiento está basado en hábitos. Desde el momento en que te levantas por la mañana hasta que te acuestas por la noche, hay cientos de cosas que haces de la misma manera.

Muchas de las actividades que conforman tu comportamiento cotidiano se realizan inconscientemente, sin pensar. El punto es que tu comportamiento normal tiene mucho que ver con los resultados en tu vida.

Si no estás satisfecho con estos resultados, puede que diariamente pienses en conseguir una mejor vida, quieres cambiar de trabajo, bajar de peso, hacer ejercicio, si todos estos pensamientos no van acompañado de acción no hay cambio.

Tomar nuevas acciones significa ir en contra de tus hábitos, tu comportamiento normal el responsable de que tengas lo que tienes, por eso se hace tan difícil cambiar, por un lado tus hábitos están en piloto automático y por otro lado tú conscientemente tratando de tomar el control.

Querer cambiar, genera un conflicto interno.

Entre el pensamiento y la acción se encuentran las emociones. Y las emociones son las que te pueden mover o paralizar.

Hay seis miedos básicos del ser humano, de donde provienen todos los miedos, la mayoría de las personas sufre de uno o varios, cuando decides hacer algo nuevo, estas emociones aparecen para asegurarte que regreses a tu comportamiento «normal». Por ejemplo:

Con la acción hay riesgo. El riesgo más obvio es el del fracaso. Nadie quiere fallar, por miedo, aunque el fracaso sea necesario para el crecimiento. Así que las personas a veces posponen las actividades y viven en sus cabezas en lugar de vivir en el mundo.

El pensamiento conduce a la acción y, de hecho, la acción conduce al pensamiento. Ambos son necesarios para evolucionar hacia las personas que queremos ser. Sin embargo, la acción es a menudo lo más difícil de hacer. Si está atrapado en tu cabeza hoy, intenta actuar y comienza a hacer que las cosas sucedan.

Gran parte de lo que se escribe en este blog está enfocado a cómo pasar del pensamiento a la acción, leer y entender es un buen comienzo para cambiar.

No te quedes atrapado en el pensamiento.

Cuando se trata de emprender, empezar algo nuevo, pensar es mucho más fácil que actuar. El hecho de pensar en una idea nueva y planificar, aunque da la sensación de que estas haciendo algo para cambiar tu situación, sigues estando en tu zona de confort.

Quedarse atrapado en el pensamiento suele suceder, en muchas ocasiones las personas esperan el momento perfecto para tomar acción, que la economía mejore, conseguir reunir más dinero, que se alineen los planetas, un sin fin de razones (todas ellas «lógica») para esperar la hora y el día exactos para actuar.

Pensar constantemente da una falsa ilusión de que algún día van a conseguir aquello que piensan todo los días, aunque sea solo eso, una falsa ilusión hasta que el pensamiento no se transforme en acción aquello que quieres no lo vas a conseguir.

Haz escuchado la frase «Una cosa es lo que pienso y otra lo que hago«. En pocas palabras resume el hecho de que muchas personas hacen lo que no quieren hacer y dejan de hacer muchas de las cosas que quisieran conseguir. Son sus hábitos los que determinan sus resultados y no sus pensamientos.

Racionalmente sabemos que pensar es muy diferente a hacer. Aunque a veces creemos que cuanto más pensamos en algo, más probable es que ocurra.

La mente es un mundo de posibilidades, donde podemos soñar, desear y experimentar sin necesariamente traducirlos en acción.

Cuando el pensamiento se une con la acción.

El secreto está en empezar donde estás con lo que tienes, en el momento que empiezas a actuar acorde a lo que quieres, el camino empieza a aparecer.

Cuando comienzas a actuar diferente, básicamente está creando nuevos hábitos, durante un período tus viejos hábitos querrán tomar el control, mantenerte donde estas, te convencerá de no cambiar, es en ese momento donde tienes que decir a quién escuchar, si a tu viejo acompañante tus malos hábitos o a tu yo interno que quiere mejorar.

El pensamiento precede a la acción, pero para que ocurra tiene que ir alineado con tus emociones. Piensas en hacer algo nuevo, ese pensamiento enciende una emoción, si la emoción es positiva, de entusiasmo y motivación, te impulsará a la acción.

Si el pensamiento desencadena duda y preocupación, se transforma en miedo y te impide actuar.

Sin embargo, la respuesta está condicionada por experiencias pasadas, son patrones de comportamientos que se han repetido una y otra vez.

Las mismas sensaciones pueden ser interpretadas por dos personas totalmente diferentes, si le preguntas a una persona que tiene miedo hablar en público te dirá: antes de salir al escenario mi corazón se acelera, la respiración es más rápida, me sudan las manos y entonces tengo dificultad para hablar y expresar mis ideas.

Por el contrario, si le preguntas a un rockero, te dirá exactamente lo mismo pero con un final diferente: antes de salir al escenario mi corazón se acelera, la respiración es más rápida, me sudan las manos y entonces se que estoy listo para rockanrolear.

No es la situación lo que determina cómo respondes, son tus creencias, hábitos y experiencias lo que genera una u otra respuestas, la buena noticia es que las creencias y hábitos se pueden cambiar.

El Balance entre pensar y actuar.

Finalmente tiene que existir un balance, hasta ahora hemos hablado de la importancia que tiene actuar y es a través de la acción la única vía para conseguir resultados tangibles.

Sin embargo, eso no quiere decir que hay que actuar impulsivamente, todo tiene su momento, tiempo para pensar y planificar y tiempo para actuar y ejecutar.

Para que esto ocurra, debe existir un balance, hay personas que se quedan en la idea y otras que ejecutan constantemente sin pensar si lo que están haciendo les va a dar los resultados que quieren.

Si altos niveles de acción no producen los resultados que deseas, es momento de parar y sentarse a pensar, por ejemplo cuando una persona tiene dos trabajos para poder cubrir sus gastos del mes.

Trabaja de lunes a viernes en una oficina y fines de semana en un restaurante, no para, constantemente va de una trabajo a otro, poco a poco desgastando la mente y el cuerpo, todo ese esfuerzo, no trae los resultados esperados, todo lo que ingresa a la cuenta sale, a este ritmo no podra dejar de trabajar.

¡Es momento de pensar! ¿La solución es tener dos trabajos? o existen otros caminos, puedo dejar un empleo, reducir gastos y dedicar ese tiempo a estudiar una nueva carrera, para conseguir un trabajo mejor pagado o usar el tiempo para desarrollar una idea de negocio.

¿Qué habilidades necesito desarrollar para conseguir aumentar mis ingresos? Hay múltiples ideas, en este blog tenemos más de diez cursos diseñados para generar más dinero sin tener que buscar otro trabajo, incluso reemplazar tu trabajo actual por un negocio viable.

La solución no siempre está en hacer más de lo mismo, es pensar que otras alternativas tengo, y al encontrar una opción viable es momento de volver a pasar del pensamiento a la acción masiva.

Acción masiva en la dirección correcta es la clave para conseguir grandes resultados. Un libro que explica el concepto de acción masiva de la mejor manera es 10x de Grant Cardone, 10x significa colocarse metas diez veces más grandes de las que tienes hoy acompañado de diez veces más acción.

Si quieres complementar esta lectura, en el libro explican cómo establecer los niveles correctos de acción y pensamiento. Como bien explicaba, acción y pensamiento tienen que ir de la mano ambos en las cantidades necesarias, un desbalance hará que no consigas los resultados esperados.

El libro en inglés se llama la regla de 10x en español la regla de oro de los negocios: aprende la clave para el éxito de Grant Cardone.

En esencia, si queremos dirigir nuestras vidas, debemos tomar el control de sus acciones consistentes. No es lo que hacemos de vez en cuando lo que da forma a nuestras vidas, sino lo que hacemos constantemente.

Tony Robbins – Autor.

En esa frase Tony Robbins se refiere a los hábitos, si la acción está orientada a lo que queremos y somos consistentes, el éxito llegará.

Por último, los dejo con una frase para reflexionar:

La vida es demasiado corta para desperdiciarla. Los sueños se cumplen solo a través de la acción, no a través de la planificación interminable para actuar.

David J. Schwartz, entrenador y autor.

La herramienta para ayudarte a ser más proactivo, se llama mindzoom. (El enlace te llevará directamente al programa, puedes cambiar el idioma a español).

Este programa, que estoy usando ahora, te permite recibir más de 18 mil afirmaciones al día, sin esfuerzo de tu parte y está diseñado para influenciar tu mente.

Para mi es como tener un entrenador afirmándome constantemente que tengo que tomar acción y sin necesidad dejar de hacer lo que tengo que hacer.

Puedes aprovechar esta nueva tecnología para ser más positivo, más optimista, mejorar tu actitud, ser más agradecido, aumentar tu confianza y autoestima, ser más exitoso, tener más disciplina, no hay límites para lo que puedes afirmar.

Si quieres acceder al potencial de tu mente, visita la sección de recursos en expande tu mente para que veas los diferentes programas que te pueden ayudar a eliminar creencias limitantes, cambiar hábitos y/o reprogramar tu subconsciente.

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