Diferencia entre pensar y tener pensamiento. Pensar hace la diferencia.

Todos tenemos pensamientos, pero no todas las personas piensan. Piensa un momento en esto que acabo de decir.

Tener pensamientos es actividad mental, la mente tiene un promedio de 42 pensamientos por minuto, y la mayoría del tiempo las personas no saben en qué están pensando, generalmente piensan sobre otras personas, cosas, lugares, o cualquier cosa sin una razón o como resultado de algún estímulo.

Toda esta cantidad de pensamientos, no significa pensar. Cuando hacemos uso de nuestras facultades intelectuales es cuando empezamos a pensar realmente. La tarea de pensar es laboriosa, requiere de un esfuerzo mental.

Los pensamientos son automáticos, toda la información que nos llega a través de los 5 sentidos, activa pensamientos, no requiere ningún esfuerzo, es un flujo constante que no para.

Supongamos que ves un gran letrero que dice “gana la lotería por un millón de euros”. Lo lees y tienes un pensamiento: “no sería bueno ganar la lotería” y este pensamiento inicial activa un proceso de pensamientos y comienzan a llegar más y más pensamiento que giran alrededor de lo divertido y emocionante que sería ganar la lotería.

Pensar es otro nivel, digamos que ves el mismo letrero de la lotería, pero esta vez, a diferencia de dejarte llevar por lo que ves, te paras a pensar, cómo puedes crear un millón de euros en tu vida. ¿Qué necesitas hacer para crear esa cantidad de dinero? Empiezas a pensar en ideas y formas de conseguirlo. Activas tus facultades intelectuales para buscar la solución.

En el primer ejemplo el letrero activa un pensamiento, y lo entretienes en tu mente, pero nunca te paras a pensar que, si de verdad quieres un millón de euros, puedes tenerlo si piensas como.

«El cinco por ciento de la gente piensa; el diez por ciento de las personas piensan que piensan; y el otro ochenta y cinco por ciento preferiría morir antes que pensar «. Thomas Edison.

Si observamos, cada vez que alguien se queja de algo, esa persona no está pensando. Si estuviera pensando, primero no se quejaría y segundo ya hubiera encontrado la solución para su problema. Cada vez que te quejas estás teniendo pensamientos (negativos). Pero si realmente ejercitas tu poder de pensar, puedes cambiar la situación.

  • Si no te gusta tu trabajo de 8 a 5, piensa cómo cambiarlo.
  • Si no estás conforme con la cantidad de dinero que ganas, piensa cómo aumentarlo.
  • Si quieres comprar una casa, piensa cómo conseguirlo.

Cuando empiezas a pensar, ideas y soluciones empiezan a aparecer. Cuando alguien gana mil euros al mes, no es porque quiere ganar mil euros al mes, es porque no sabe cómo ganar dos mil euros al mes o más. Tienes que expandir tu consciencia para poder ver nuevas posibilidades, y pensar hace que expandas tu conciencia de lo que es posible.

Estimula tu mente para pensar, haciendo las preguntas correctas.

Un estimulante importante para el pensamiento creativo son las preguntas enfocadas. Hay algo acerca de una pregunta bien redactada que a menudo penetra hasta el corazón del asunto y desencadena nuevas ideas y puntos de vista. Brian Tracy.

Hacerte preguntas puede ser un gran estímulo para pensar creativamente, para responder una pregunta hay que pensar, sin embargo, tiene que ser una pregunta bien formulada y enfocada que provoque el uso de tus facultades intelectuales para encontrar la respuesta.

No estamos hablando de preguntas como ¿Qué tengo que hacer hoy en el trabajo? o ¿Esta noche es el capítulo de mi serie favorita?

Por ejemplo, no es lo mismo preguntarte ¿Por qué estoy tan gordo? Que preguntarte ¿Cómo puedo lograr mi peso ideal?

La primera pregunta desencadena una serie de pensamientos, sobre lo gordo que estás y todo lo que comes, además de que refuerza una imagen mental, y le dices a tu mente que estás gordo.

Por el contrario, la segunda pregunta, te hace pensar de qué formas y maneras puedes conseguir el objetivo.

Si tuviera una hora para resolver un problema y mi vida dependiera de la solución, dedicaría los primeros 55 minutos a determinar la pregunta adecuada, porque una vez que sepa la pregunta adecuada, podría resolver el problema en menos de cinco minutos. Albert Einstein.

La pregunta correcta, puede hacerte pensar de manera correcta. Pero para encontrar la pregunta adecuada tienes que pensar. Y una vez encuentres la pregunta, sigue preguntándote una y otra vez, cientos de veces si es necesario hasta que tu mente encuentre la respuesta.

No es que yo sea muy inteligente, sino que dedicó más tiempo a resolver la pregunta. Albert Einstein.

Conviértete en tu propio motivador.

Los pensamientos son constantes, no puedes dejar de tener pensamientos, pero sí puedes controlar la forma en que te hablas a ti mismo, tu forma de pensar es un hábito, piensas de forma positiva o negativa, estos hábitos determinan cómo piensas la mayor parte del tiempo, de acuerdo con las investigaciones psicológicas, 80% de estos pensamientos son negativos.

Esa conversación interna que llevas contigo mismo, en su mayoría es una voz que critica tu forma de actuar. Si cometes un error, en seguida te dices “que tonto, porque lo hice tan mal”. O si hablas en público, te dices lo mal que lo hiciste y te preocupas por lo que la gente pensó.

Esta voz siempre está reforzando las cosas malas que haces. Y en vez de convertirse en un apoyo, se convierte en una parte crítica que no te motiva ni te hace sentir bien. Cada vez que te hablas de esa forma te haces sentir mal a ti mismo.

Si logras cambiar esta conversación, por una más positiva, una que te motive, que vea el lado positivo lo que hiciste bien, que te diga la próxima vez lo harás mejor, que, si hablas en público, te felicites a ti mismo, veas en qué partes lo has hecho bien, y los puntos en los que puedes mejorar.

«Recuerda, los pensamientos que piensas y las declaraciones que haces sobre ti mismo determina tu actitud mental. Si tienes un objetivo que vale la pena, encuentra la única razón por la que puedes lograrlo en lugar de cientos de razones por las que no puedes». Napoleón Hill.

Siempre habla de forma constructiva. Reforzando la parte buena de lo que haces bien. Esto ayudará a:

  • Aumentar la confianza en ti mismo.
  • Subir tu autoestima.
  • Sentirte mejor.
  • Empezar a creer en ti y en tus habilidades.
  • Mejorar tu actitud.

Y como consecuencia tu desempeño y resultados mejorarán.

Se consciente de lo que piensas

Para cerrar es importante que siempre seas consciente de lo que piensas, no las 24 horas al día, pero si regularmente pregúntate en qué estás pensando, ¿Son pensamientos que te aportan algo positivo a tu vida?

Trata de reprogramar tu forma de pensar, empieza a pensar de forma constructiva, y si vas a tener pensamientos que sean de calidad. Convierte tu crítico interno en tu primer motivador.

Recuerda que:

Las personas inteligentes hablan de ideas.

La gente común habla de cosas.

La gente mediocre habla de personas.

Jules Romains.

Cambia más allá de la mera actividad mental hacia el pensamiento real.

Para que el agua produzca energía hay que canalizar la corriente, el pensamiento es igual, para que produzcan resultados tienes que localizarlos y dirigirlos, a lo que quieres lograr.

Complemente esta lectura con «la magia de pensar en grande» de David J. Schwartz considerado como uno de los expertos mundiales en el campo del desarrollo personal.

Uno de los factores más importantes que aumentan las probabilidades de éxito de una persona está relacionado con su forma de pensar y su confianza sobre el futuro.

Si piensa en metas pequeñas, seguramente alcanzará resultados pequeños;
pero si, por el contrario, piensa en metas grandes sus posibilidades de éxito serán mayores.

Si quieres aprender a acceder al máximo potencial de tu mente, visita la sección de recursos en expande tu mente para que veas los diferentes programas que te pueden ayudar a eliminar creencias limitantes, cambiar hábitos y/o reprogramar tu subconsciente.

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