Existe una relación entre tu mentalidad y el éxito, un concepto que si aplicas, puede cambiar tus resultados.
Mentalidad de crecimiento se usa para describir cómo las creencias que las personas tienen sobre su capacidad de aprendizaje y su inteligencia, están directamente relacionadas con sus logros. Cuando creen que pueden, ponen más esfuerzo, y eso lleva a un mayor rendimiento.
La mentalidad de crecimiento es una idea desarrollada por la psicóloga Carol Dweck, en su libro «mindset» y reconocida mundialmente en la Universidad de Stanford, en décadas de investigación sobre logros y éxitos.
Una idea que ha tenido un gran impacto en las personas que la aprenden y utilizan. Y no solo es una idea, es un concepto que está avalado científicamente por lo que se conoce como plasticidad neural.
El libro mindset 
es uno de los libros más importantes para las personas que quieren conocer cuál es la diferencia entre el éxito y el fracaso, puedes estar trabajando con la mentalidad equivocada o enseñando a tus hijos de forma incorrecta, sin saber. Mindset revela la verdad sobre el éxito.
El esfuerzo te hace más inteligente.
La plasticidad neural es un descubrimiento que se hizo del cerebro sobre la capacidad de crear nuevas conexiones y fortalecer conexiones existentes.
Antes se creía que a una cierta edad ya no era posible cambiar, sin embargo este descubrimiento deja en evidencia que el cerebro humano está en constante evolución y va a depender de la forma de pensar de cada uno si evoluciona o no.
Con la práctica y el esfuerzo las redes neuronales hacen nuevas conexiones y fortalecen las existentes, lo que significa que tu cerebro crece y se fortalece cuando tomas acción.
En pocas palabras puedes aprender lo que desees con esfuerzo sin importar la edad que tengas.
Un ejemplo de esto es el cerebro de Albert Einstein, el cual había formado un mayor número de conexiones que la persona promedio, y no es el que cerebro de Einstein sea más grande en tamaño o peso, simplemente a mayor uso, mayor conexiones.
Si crees que puedes, PUEDES.
Al mismo tiempo que estos descubrimientos neurocientíficos estaban ganando terreno, los investigadores comenzaron a comprender el vínculo entre la mentalidad y el logro. Resulta que si crees que tu cerebro puede crecer, te comportas de manera diferente.
El creer que es posible volverte más inteligente te hace esforzarte más, al contrario de los que creen que la inteligencia es fija.
Esto inició una serie de intervenciones y estudios que prueban que podemos cambiar la mentalidad de una persona de fija a crecer, y cuando lo hacemos, nos lleva a una mayor motivación y logro.
Con esfuerzo y repetición el cerebro es capaz de crear las conexiones necesarias para aprender una nueva tarea, hasta el punto de dominarla completamente.
Mentalidad fija vs Mentalidad de crecimiento.
La mentalidad fija, las personas creen que sus cualidades básicas como su inteligencia o talento, son simplemente rasgos fijos. Pasan el tiempo usando su inteligencia o talento en el nivel que tengan, en lugar de desarrollarlo.
También creen que el talento por sí solo genera el éxito, sin esfuerzo.
En la mentalidad de crecimiento las personas creen que sus habilidades más básicas pueden desarrollarse a través de la dedicación y el esfuerzo, los cerebros y el talento, son solo un punto de partida.
La mentalidad de crecimiento es esencial para grandes logros, tener la visión de que es posible aprender si te dedicas a conseguirlo.
Una forma de empezar a cambiar la mentalidad, es identificar donde tienes mentalidad fija para empezar a trabajar en una mentalidad de crecimiento.
Mentalidad de crecimiento para niños.
En un estudio que se hizo, en el que se les enseña a los niños que la inteligencia es maleable y les mostraron cómo el cerebro crece con esfuerzo, mostraron un claro aumento en sus calificaciones.
Los investigadores comenzaron a notar que la práctica de los maestros también tiene un gran impacto en la mentalidad de los estudiantes, y la retroalimentación que los profesores le dan puede alentar a un niño a esforzarse y aumentar los logros o buscar una salida fácil.
Los estudios sobre diferentes tipos de elogios han demostrado que decirles a los niños que son inteligentes fomenta una mentalidad fija, mientras que elogiar el trabajo duro y el esfuerzo fomenta una mentalidad de crecimiento.
Cuando los estudiantes tienen una mentalidad de crecimiento, hace que se esfuercen más, asumen desafíos y aprenden de ellos, por lo tanto, aumentan sus habilidades y logros.
Estudiantes con mentalidad fija.
Las investigaciones indican que los estudiantes que han adoptado una mentalidad fija, su creencia de que son «inteligentes» o «tontos», y no hay manera de cambiarlo.
Cuando un estudiante con mentalidad fija falla en algo ,(que evidentemente todos fallamos en algún momento), tienden a decirse a sí mismo que no pueden o no podrán, (simplemente no puedo aprender matemáticas) ó buscan excusas para racionalizar el fracaso (no tuve tiempo para estudiar).
En vez de esforzarse para conseguirlo.
Estudiantes con mentalidad de crecimiento.
Por otro lado, los estudiantes que adoptan una mentalidad de crecimiento (la creencia de que pueden aprender más o volverse más inteligentes si trabajan duro y perseveran) aprenden más rápido y consiguen mayor conocimiento.
Además que ven los desafíos y fracasos como oportunidades para mejorar sus habilidades.
Las formas en que los estudiantes piensan sobre el aprendizaje, la inteligencia y sus propias habilidades pueden tener un efecto significativo en el progreso del aprendizaje y el mejoramiento académico.
Los maestros y padres influyen en el aprendizaje.
Si los maestros alientan a los alumnos a creer que pueden aprender más y ser más inteligentes, si trabajan duro y práctican, según la doctora Dweck, es más probable que los alumnos aprendan más y lo aprendan más rápido y mejor que si creen que el aprendizaje está determinado por los inteligentes o poco inteligentes que sean.
Esto me recuerda la historia de Thomas Alva Edison, a la edad de 7 años entró en el colegio público, y tan solo estuvo 12 semanas.
En el colegio le entregaron una carta y le dijeron que se fuera a casa y se la entregara a su madre. Thomas se lo entregó a su madre y la Sra Edison recibió la carta, la leyó y empezó a llorar.
«Qué pasa mamá, por qué lloras» preguntó Edison.
A lo cual, la madre respondió: La carta dice que eres un genio y que en el colegio no pueden enseñarte más, que tengo que enseñarte yo.
Y ahí empezó a ser ella, la madre, la propia profesora, así poco a poco hasta los 11 años que Thomas devoraba la literatura, leía libros y libros.
A los 12 ya empezó a emprender sus primeros caminos en pequeños proyectos. Hasta que empezó con la vida de ser un inventor.
A la edad de 24 años la madre de Edison murió. Y Thomas junto con sus hermanos recogió las cosas y encontró aquel pedacito de carta, que le había llevado cuando era pequeño.
Cuando abrió la carta para recordar lo que su madre le había dicho, en ese momento, Thomas fue quién lloró, porque la carta no decía lo que su madre le había dicho.
La carta decía: «Thomas es un niño enfermo mentalmente, no le permitimos que vuelva al colegio».
Esa es la grandeza de creer que puedes y para un niño hace falta una figura que lo alimente y logre sacar de él su genio interior.
La fórmula de la mentalidad de crecimiento
Si crees que puedes, puedes. Y si crees que no puedes, no puedes.
Es importante cambiar la forma de pensar y enfrentar cada reto y desafío con la visión de que es posible lograrlo con esfuerzo y dedicación.
El cerebro es capaz de resolver cualquier problema si le das el tiempo suficiente y el uso para conseguir la solución.
Creencia + esfuerzo = Logro.
Si crees que el cerebro puede aprender lo que sea, algo que los recientes descubrimientos han demostrado que si es posible a cualquier edad y te esfuerzas por conseguirlo, tarde o temprano desarrollarás las conexiones suficientes para aprender lo que te propongas aprender.
Si quieres aprender a acceder al máximo potencial de tu mente, visita la sección de recursos en expande tu mente para que veas los diferentes programas que te pueden ayudar a eliminar creencias limitantes, cambiar hábitos y/o reprogramar tu subconsciente.
