El Poder De La Visualización Cómo Usarlo
Se trata de una de las herramientas más utilizadas para crear motivación en atletas, y es aplicable a cualquier persona, rol y situación. La visualización es una oportunidad para ser los arquitectos de nuestro futuro.
El poder de la visualización funciona a través de la meditación y la imaginación, proyectamos el resultado que queremos que se de, en una situación en específico. Esta imagen servirá como un incentivo al que podemos socorrer para mantener viva la llama de la inspiración y el esfuerzo.
Si tenemos todo los detalles que deseamos de un resultado delineados y colocados en nuestra proyección mental a futuro, el nivel de ímpetu aumenta y se nivela a través de los momentos más duros de la preparación.
¿Cómo funciona el poder de la visualización?
Tener visualizados todos los elementos, todos los beneficios, todas las ganancias que asociamos a un resultado deseado nos da el hambre y anhelo, necesarios para seguir empujándonos, seguir planeando y seguir ejecutando.
No estamos viendo con nuestros ojos físicos el escenario que tanto buscamos, pero lo estamos viendo claramente con nuestro ojo interno, y todo lo que falta es dirigirnos hacia allá, conseguir alcanzar la meta propuesta.
Pero no solo se visualiza la gloria y la emoción, sino también los obstáculos, las dificultades, los contratiempos, las adversidades. Visualizar incluso el peor escenario posible o imaginable ayuda a reducir los posibles niveles de ansiedad y miedos que giran alrededor del cumplimiento de una meta.
Mediante la visualización generamos imágenes mentales ya sea con los ojos abiertos o cerrados, creándolas y moldeandolas cognitivamente a nuestro parecer para mantenerlas, inspeccionarlas y transformarlas, asimismo modificando las emociones y sentimientos que ligamos a tales imágenes.
Las intenciones detrás de la visualización pueden abarcar efectos beneficiosos en nuestra psicología, fisiología y desenvolvimiento social.
Algunos beneficios específicos son las mejoras de la autoestima y autoconfianza, mejora de la capacidad para tolerar e interactuar con otras personas, alivio de ansiedad, tristeza y desánimo, y disminución del dolor físico.
La visualización no solo es visual, envuelve todo los sentidos.
Este proceso cognitivo puede ser también acompañado de contenido que no es visual, ya que nuestro cerebro es capaz de crear otros tipos de imagen mental, simulando así experiencias perceptivas referente a todo sentido del cuerpo humano.
Incluyendo imágenes auditivas de sonidos, imágenes gustativas, imágenes olfativas de aromas, imágenes motoras de movimientos e imágenes táctiles que incorporan textura, temperatura y presión, todo a partir de la recreación cerebral de estas imágenes.
Cuando se habla de visualización, no solo nos referimos a nuestra habilidad inherente para generar estás imágenes mentales dentro de nuestro campo sensorial.
Sino que lleva como connotación en su significado el proceso por el cual una persona genera y procesa imágenes mentales visuales de manera específica.
Por ello es que la visualización se relaciona estrechamente con la meditación guiada, donde un guía entrenado ayuda a un participante a evocar y generar imágenes mentales que simulen o recreen la percepción sensorial de vistas, sonidos, sabores, olores, movimientos y tacto.
Así como otro contenido imaginario o mental que el participante experimenta personalmente que puedan estar por fuera de lo que se entiende como sentidos o categorización sensorial.
La importancia reside en que toda imagen mental, incluyendo las imágenes visuales generadas a través de la visualización, pueden incitar o estar asociadas con fuertes emociones y sentimientos.
Etapas de visualización.
La visualización empieza por el empleo del llamado ojo de la mente, el cual ha sido un concepto mencionado y discutido a lo largo de la historia humana.
Desde el filósofo escéptico romano Cícero, quien lo aplicaba a la hora de tratar el tema de las metáforas y las analogías, donde indudablemente actuaba una función mental que nos permite entender la similitud entre una situación y otra de naturaleza más fantástica; hasta llegar al escritor inglés del siglo XIV Geoffrey Chaucer, quien una vez describió el concepto del ojo de la mente como aquel con el cual todos los hombres veían al haber sufrido de ceguedad.
Llegando hasta la disciplina más contemporánea de la psicología experimental, se ha descrito el proceso de la visualización en cuatro etapas, a saber…
Primera etapa de la visualización.
Denominada generación de imagen, donde generamos imágenes mentales a partir de la memoria, de fantasías o ambas.
Esto quiere decir que podemos por un lado imaginarnos una pradera que hemos visto anteriormente en persona, en fotos o en cuadros, o imaginarnos un castillo que no hemos visitado nunca pero cuyo interior reconocemos familiarmente de algún medio audiovisual.
A la vez que también podemos crear a partir de nuestra propia imaginación la imagen de esa pradera o del castillo.
Segunda etapa de la visualización.
Es el mantenimiento de imagen, donde buscamos sostener o mantener la imagen que hemos evocado mentalmente, debido a que sin este esfuerzo de concentración la imagen tiende a desvanecerse, sin mantenerse por la duración necesaria suficiente para las siguientes etapas.
Para está etapa es necesario el desarrollo de nuestras facultades mentales en especial la concentración. Si consigues desarrollar tú concentración podrás explorar el verdadero poder de la visualización.
Para ello te dejó el enlace de un artículo con ejercicio que puede ayudarte a mejorar tu concentración.
Tercera etapa de la visualización.
Inspección de imagen, luego de haber sido generada y mantenida, la imagen mental es inspeccionada y explorada, elaborada con detalle e interpretada en relación al participante.
Esto a menudo incluye un proceso de evaluación de la imagen, en el que el participante direcciona su atención a través y alrededor de la imagen creada, simulando de está manera cambios en la perspectiva desde la cual se observa.
Cuarta etapa de la visualización.
La última etapa es la transformación de imagen, en la cual el participante transforma, modifica o altera el contenido de la imagen mental que ha sido generada y evaluada.
De una forma en la que los elementos que se puedan percibir como negativos o que provocan respuestas emocionales negativas sean sustituidos, especialmente aquellos que puedan ser indicativos de sufrimiento, dolor psicológico, discapacidad o debilidad.
Siendo así cambiados por elementos visuales y sensoriales que provoquen emociones positivas relacionadas a la autonomía, la tolerancia y niveles altos de aptitud mental y habilidad física.
La naturaleza detrás de la visualización.
La creación consciente o inconsciente de imágenes mentales es una experiencia que, en la mayoría de los casos, se asemeja significativamente a la experiencia de percibir un objeto, evento o escena, pero sin que éstos estén presentes para nuestros sentidos.
La naturaleza de estas visualizaciones han sido por mucho tiempo temas de investigación para la filosofía, psicología, ciencia cognitiva y neurociencía.
De esta manera, filósofos tales como George Berkeley y David Hume, y psicólogos como Wilhelm Wundt y William James, entienden las ideas, como imágenes mentales de los seres humanos.
En cierto sentido, esto podría querer decir que el comienzo de toda idea, de todo resultado que se desee de una situación, viene a nosotros principalmente de manera visual.
En general, el budismo utiliza métodos de visualización sofisticados para ciertos modos de meditación, o en la creación tradicional de mandalas, donde mantener la forma completamente realizada del gráfico en la mente es un requisito prioritario para crear el arte auténtico que contendrá su debida función sagrada.
Además, en el campo educativo, algunos teóricos de la educación han sido influenciados por la idea de las imágenes mentales en sus estudios sobre los diversos estilos de enseñanza.
Por ejemplo, se propone que las personas muchas veces pasan por procesos de aprendizaje donde los sistemas visuales, auditivos y kinésicos son de gran importancia.
Según estás teorías, enseñar tomando en cuenta todos los sentidos, o sistemas sensoriales, de la persona la beneficia en su aprendizaje.
Resultados de una visualización efectiva.
Practicantes guiados por la visualización pueden verse beneficiados por un incremento en la habilidad para producir y visualizar ideas únicas tanto verbales, como no-verbales, junto con una mejoría en la capacidad para pensar fuera de lo cotidiano, debido al incremento del pensamiento lateral.
En los atletas, la visualización ayuda también a la relajación y concentración, seguidos de la aplicación de simulación mental para la realización de un movimiento o técnicas específicas.
Esto conforma una especie de práctica mental que se combina con la práctica física, lo cual suele ayudar tanto a principiantes de un deporte como a profesionales consolidados que buscan mejorar sus habilidades y técnicas.
La práctica física genera la condición necesaria para mejorar, mientras que la práctica mental crea un proceso cognitivo que la física no podría replicar fácilmente.
Por otro lado, en el campo de la medicina, la visualización ha sido aplicada por cirujanos y otros practicantes médicos para ensayar procedimientos específicos en conjunto con la debida práctica física, la cual ha sido una combinación que produce resultados equivalentes al ensayo físico pero con ahorro de costos, también utilizada como una forma de reducción del estrés antes de las operaciones.
También usada en el campo de la música, la visualización puede usarse como práctica mental por músicos profesionales cuando se encuentran alejados de sus instrumentos o cuando son incapaces de practicar físicamente debido a una lesión.
Algunos estudios han demostrado que una combinación de práctica física y mental puede ayudar a alcanzar un dominio técnico de una pieza musical al igual que la práctica física por su cuenta.
En casos de personas con algún tipo de deficiencia motora, la visualización y la práctica mental pueden utilizarse para ayudar a rehabilitar el déficit motor en una variedad de trastornos neurológicos, como en pacientes con esclerosis múltiple y mujeres de edad avanzada cuyo balance tiende a mejorar.
También se ha demostrado beneficios para personas recuperándose de paros cardíacos, mejorando sus niveles de fuerza, funcionalidad y uso de extremidades superiores e inferiores.
Existen además aplicaciones terapéuticas con el fin de realizar un cambio emocional en el paciente. Específicamente hablando, el proceso le facilita al paciente reemplazar imágenes que exacerban incomodidad psicológica y estrés con imágenes que dan énfasis a confort, claridad mental y balance emocional.
El poder de la visualización, en definitiva, ya sea en el deporte, trabajo, en un quehacer cotidiano o en una meta, la visualización y la práctica mental siempre nos ayudarán para ensayar mentalmente cómo realizaremos nuestro plan, para relajarnos y controlar nuestros niveles de ansiedad, y para incentivar nuestra motivación a volver realidad las imágenes mentales que hemos evocado.