Meditar Todos Los Días Durante 30 Días: mi experiencia

Meditar durante 30 días seguidos no suena mucho cuando lo comparas con personas que llevan décadas meditando, sin embargo, para alguien que nunca ha meditado y que de hecho le cuesta meditar, puede ser todo un desafío.

30 días meditando es un reto interesante que puede traerte muchos beneficios si logras completarlo. A continuación, te contaré mi experiencia, sobre cómo empezó y los resultados que conseguí.

Mi experiencia meditando durante 30 días

Todos hemos oído de los beneficios de la meditación y aun así la gran mayoría no lo práctica. Ya había intentado antes meditar sin embargo, no había podido pasar de un par de días.

Creo que una de las principales razones por las que nos cuesta meditar es que en realidad no sabemos qué es meditar y ni cómo hacerlo, además de que existen muchos tipos de meditación, por ejemplo, yo creía que meditar era poner la mente en blanco, la mayor cantidad de tiempo posible o enfocarse en cómo entra y sale la respiración de mis fosas nasales sin poder tener otro pensamiento.

Esos son algunos tipos de meditación, pero tener ese nivel de control mental para un novato como yo, era como intentar levantar cien kilos de peso sin haberse preparado antes. Así que intentaba poner la mente en blanco durante unos minutos y al no lograrlo abandonaba la práctica.

Hasta el día que descubrí un tipo de meditación para «mentes ocupadas» es decir, para la gente moderna, los que estamos todo el tiempo pensando y no tenemos el entrenamiento de un monje tibetano.

Fue entonces cuando aprendí a calmar mi mente de tantos pensamientos y poco a poco, dominar el arte o la ciencia de dejar «la mente en blanco», aunque como dice mi instructora «dejar la mente en blanco no es el secreto».

La instructora de meditación sugirió que es posible que las dos primeras semanas pasará por un período de «desintoxicación» al llevar el cuerpo y la mente a un estado de relación profundo, puede que los pensamientos se rebelen y sientas cambios en los estados de ánimo por culpa de esta práctica.

Y eso fue lo que pasó, a las dos semanas empecé a tener pensamientos negativos, más estrés y ansiedad de lo normal, lo que hizo que abandonara la práctica por un tiempo. Deje pasar alrededor de un mes antes de volverlo a retomar.

El segundo intento fue más fructífero y dio los resultados esperados. Puedes ver el tipo de meditación que practique conocida como «Meditación Ziva» a través del enlace.

Beneficios que noté después de los 30 día

Hay personas que se preguntan si es bueno meditar todo los días y la respuesta es que es bueno y positivo meditar cada día, hay personas que consideran la práctica de la meditación cómo algo indispensable, algo que todos deben hacer cada día y tan necesario cómo cepillarte los dientes, es el equivalente una limpieza interior diaria.

Después de lograr dominar las técnicas de meditación que aprendí de una instructora que pasó años estudiando y aprendiendo a meditar en la India, meditar se convirtió en algo que puedo hacer, sin mucho esfuerzo, y creo que uno de los principales elementos para lograrlo es una técnica de respiración especial que se hace antes de entrar en un estado de meditación, que te deja «flotando en las nubes».

Además este estilo de meditación es una técnica mental que combina los beneficios desestresantes de la meditación con la claridad mental del mindfulness.

A continuación algunos beneficios que conseguí:

1. Es más fácil meditar

Como dice el dicho: «la práctica hace al maestro». Después de pasar tantos días seguidos comienza a ser más fácil meditar, puedes conseguir ese estado de relajación física y mental mucho más rápido, es posible que tu cerebro ya haya creado las conexiones neurales para seguir paso a paso el ejercicio de meditación de principio a fin.

2. Me empezó a gustar

Se dice que cuando haces algo bien es que empiezas a disfrutarlo. Pase de «no gustarme meditar» a «disfrutar el tiempo de meditación» se siente bien entrar en ese estado de relajación y poder dominar el tiempo en el que pasas con la mente en calma, hoy en día aunque no medito todo los días, me hace falta y continuó practicando la meditación de forma regular.

3. Mejoro mi capacidad de concentración

Después de que dominas la técnica de meditación llegas a un estado en el que puedes concentrar tus pensamientos en uno solo, por ejemplo, parte de la meditación que aprendí trata de repetir un mantra, es un mantra especial que te sumerge a un estado de relajación profundo, puedo concentrarme más fácil y por más tiempo en el mantra.

También puedo sostener una idea en la mente con más facilidad mientras estoy relajado sin interferencia de otros pensamientos.

4. Mi capacidad de visualizar aumento

Este fue uno de los grandes beneficios que conseguí de la meditación, aumentar mi capacidad de visualización. En el pasado cuando intentaba visualizar no podía ver la imagen con claridad y tampoco conseguía mantener la imagen por un largo período de tiempo, ni siquiera cinco minutos.

Ahora puedo visualizar con mayor claridad y por períodos prolongados, así que el secreto para aprender a visualizar es aprender a meditar.

5. Soy más consciente de mi mismo

Cuando empiezas a meditar con regularidad te vuelves más consciente de ti mismo de cómo te sientes, de tu cuerpo, mente y emociones, recuerdo la primera vez que medite siguiendo las enseñanzas de la instructora, sentía como los músculos del cuello, espalda y hombros estaban rígidos del estrés, y cómo poco a poco iban relajándose.

Antes de meditar no era consciente del estado de tensión, digamos que era un estado al que estaba acostumbrado, la meditación te hace consciente y te libera.

6. Aprendí a extrapolar la meditación a otros momentos del día

El estilo de meditación que aprendí incluye un período de «mindfulness» o «estar presente en el momento» antes de sumergirnos en la meditación, esa práctica en particular me ha ayudado a dominar el mindfulness y poder usarlo en otros momentos del día.

Cuando me doy cuenta que estoy pensando en el pasado o preocupándome por el futuro, soy capaz de parar y anclarme en el presente usando las mismas técnicas aprendidas en el proceso de meditación.

7. Abre las puertas para dominar otras técnicas

Cuando pasas de tratar de meditar a lograr meditar, abres las puertas a probar otras técnicas y prácticas, se me hace mucho más fácil seguir meditaciones guiadas de otros instructores, o entrar en estado alfa durante cualquier momento del día ya que he aprendido a relajar cuerpo y mente.

Una vez dominas los principios de la meditación y además lo disfrutas, puedes practicar otras enseñanzas, por ejemplo «El método silva» que es un tipo de meditación activa y dinámica para encontrar soluciones a los problemas del día a día.

Reflexiones finales

Todo el tema de meditar se me hizo fácil cuando encontré la instructora adecuada que te lleva paso a paso, durante alrededor de dos semanas, a que vayas incorporando cada una de las partes de la meditación que va más allá de solo cerrar los ojos e intentar meditar.

Va más allá de meditar, incluye ejercicio de respiración con unas instrucciones muy específicas de cómo hacerlo usando las manos, este ejercicio es uno de los mejores para entrar en un estado de relajación de forma rápida.

El siguiente paso es hacer mindfulness para anclarse en el presente y luego entramos en la meditación usando un mantra específico para relajarte profundamente, el mantra se combina con el flujo de pensamientos en un ciclo perfecto donde en ningún momento intentas parar lo que piensas, dejas fluir y vuelves al mantra.

Al final, salimos de la meditación para hacer un ejercicio de gratitud acompañado con una práctica de sentir y enviar amor a cada rincón de la tierra y el universo entero.

Algo que descubrí más adelante a través de otra fuente es que enviar amor a otras personas te ayuda a fortalecer tu sistema inmunológico, es tan solo uno de los beneficios que encontrarás al hacer este proceso de meditación.

Antes de irte te dejo una clase onlineOpens in a new tab. gratis con Emily en el que se incluye una meditación guiada de 15 minutos y la explicación del tipo de meditación que se usa para nosotros los mortales.

Publicaciones Similares